Cobijado por el fuero; el senador hooligan (Napoleón Gómez Urritua) pone en jaque a Sonora y Coahuila; bloqueando una carretera por más de 35 horas, aseguró el líder del sindicato minero FRENTE, Carlos Pavón Campos al tiempo de señalar que con la inmunidad que le da el ser Legislador en la Camara Alta y un alto grado de soberbia; traducida en impunidad, hizo que por horas un grupo de supuestos mineros a bajo sus órdenes, secuestraran una de las vías de comunicación más importantes de Sonora, una carretera de suma importancia comercial para la entidad.
Fueron los integrantes de la extinta sección 65 de Cananea, señaló el líder del FRENTE al agregar que sin importar violar la ley, se adueñaron del libre tránsito de pobladores y comerciantes en nombre de una supuesta lucha obrera.
Destacó que es imposible creer que los mexicanos pagamos mensualmente el salario de un senador que lo único que hace es delinquir, inhibir la economía, asustar las inversiones y desestabilizar el empleo con violencia, porque. -agregó- “Sí, todos le pagamos a Napoleón Gómez Urrutia para que se sirva del poder y lo utilice a su conveniencia”.
En este sentido, Carlos Pavón Campos líder sindical del FRENTE indicó que Napillo lleva más de 20 años usando a los mineros, a las comunidades y al Gobierno para librar batallas legales ligadas a juicios penales. Lo inaceptable es que ahora lo hace con la protección del fuero, es decir, hace lo que quiere porque se siente intocable, sabe que por más que haga, mínimo en año y medio no irá a parar a la cárcel
Agregó que el propio Napillo, ante la elaboración por parte del Gobierno de un nuevo laudo en contra del sindicato minero por el robo de los 55 millones de dólares pertenecientes a los mineros de Cananea, Napillo y su séquito de golpeadores, hacen lo de siempre, les da por protestar, por armar paros o bien iniciar riñas so pretexto de la lucha sindical, la realidad es que lo hace porque él cree que así al Gobierno le temblará la mano y no lo condenaran al pago.
Para muestra un botón, señaló pues a finales de abril un pequeño grupo de Gómez Urrutia decidió impedir la entrada a trabajar a cerca de tres mil trabajadores de la mina La Herradura; no permitieron que las y los trabajadores cobraran su salario, pusieron en riesgo el empleo ajeno y secuestraron la mina durante 15 días. Prácticamente nadie los apoyaba, pero los Napillos le hacían la jugarreta a los trabajadores, a los comerciantes que viven de la actividad minera y al propio Gobierno local y federal.
Días después, informó el dirigente del FRENTE, que otro grupo apareció, en Monclova, Coahuila, ahí Napillo ordenó que se apoderaran a la fuerza del contrato colectivo de una empresa, intentaron tomar la sede sindical de otra organización. Pero los coahuilenses los señalaron de violentos y de desestabilizar la economía de la zona. Hoy la presencia de los Napillos persiste en el lugar y cada vez que quieren, arman un enfrentamiento.
Gómez Urrutia se mete donde nadie lo llama y no le importa pasar por encima de todos, incluso de quienes llama amigos o bien de quien lo ayudó a regresar a México después de huir de las órdenes de aprehensión por el robo de los 55 millones de dólares. Napillo afectó directamente a Morena por sus acciones desmedidas en Monclova, en esta entidad necesitaban de la empatía de la gente para lograr la gubernatura de Coahuila y a él no le importó.
Y finalmente, resaltó Pavón Campos que puso en jaque al Gobierno morenista de Sonora al escalonar esa jornada violenta a Cananea, donde colapsaron el entronque de la carretera Cananea-Imuris, culpando de esta acción a la falta de respuesta, dijeron, del presidente Andrés Manuel López Obrador, mostrando con ello que Napillo siempre ha mordido la mano de quien le da de comer, se da el lujo junto con su esposa de insultar a quien le da la gana, pues siguen creyendo que el fuero es eterno y que se extiende a toda su familia.